Imagina esto: empieza a llover a cántaros y tus muebles del jardín, tu coche o tu mercancía están completamente expuestos. No es hasta que ya es demasiado tarde cuando uno piensa: “Debería haber comprado una lona”.
Si alguna vez te has visto en esa situación, no te preocupes: no estás solo. Muchos no saben lo importantes que son… hasta que las necesitan. Aquí te ayudamos a anticiparte antes de que la próxima tormenta te pille sin protección.
Guía completa según tu nivel de consciencia (y necesidad)

Fase 1: No sé que tengo un problema
“Yo nunca he usado lona, no creo que la necesite…”
Esto le pasa a más personas de las que imaginas. Muchas veces no somos conscientes de lo vulnerables que están nuestras pertenencias hasta que algo se estropea: la barbacoa que se oxida, la moto que se moja, las herramientas que se deterioran o ese rincón que querías proteger y ahora tiene filtraciones.
¿Y si todo eso se hubiera podido evitar por menos de lo que cuesta una reparación?
Las lonas impermeables no solo protegen objetos: protegen tu tranquilidad. Son esa medida preventiva que te hace la vida más fácil. Y lo mejor: hay modelos que ni pesan, ni ocupan, ni te complican.
Fase 2: Sé que tengo un problema, pero no conozco la solución
“Vale, necesito proteger algo… pero no sé cómo.”
Aquí empiezas a ver las consecuencias. La lluvia ya ha hecho de las suyas o sabes que se avecina mal tiempo. Empiezas a pensar en soluciones improvisadas: mantas, plásticos de supermercado, bolsas grandes… Pero nada de eso funciona realmente.
Este es el momento de tomar decisiones inteligentes. Una lona impermeable es mucho más que “un plástico”:
-
Está diseñada para resistir la intemperie, el viento y la abrasión.
-
Tiene tratamientos anti-UV, antihongos, refuerzos en los bordes y ojales metálicos.
-
Y lo mejor: te dura años.
Aquí es cuando descubres que la solución existe, y está a solo una buena decisión de distancia.
Fase 3: Conozco la solución, pero no entiendo cuál elegir
“He leído sobre PVC, polietileno, gramaje… ¿qué significa todo eso?”
La confusión es natural. El mercado está lleno de opciones. Y si no sabes qué significan esos términos técnicos, es fácil acabar comprando lo barato que sale caro.
Vamos por partes:
🔹 PVC (Policloruro de vinilo)
-
Impermeable 100%
-
Muy resistente al sol, lluvia y viento
-
Ideal para uso exterior, prolongado, industrial
-
Fácil de limpiar
-
Algo más pesado, pero más seguro
🔹 Polietileno (PE)
-
Más ligero y económico
-
Bueno para usos temporales
-
Impermeabilidad básica (no total)
-
Más fácil de transportar y montar
-
Se desgasta más rápido
El gramaje (los gramos por metro cuadrado) te indica cuánto resiste la lona:
-
⬇️ Bajo (90-120 g/m²): uso puntual
-
⚖️ Medio (150-250 g/m²): uso general
-
⬆️ Alto (+300 g/m²): uso intensivo, profesional
Fase 4: Estoy buscando activamente y necesito claridad
“Quiero comprar una lona ya, pero no quiero equivocarme”
Esta es la fase donde ya estás comparando precios, tamaños y materiales. Ya sabes que necesitas una lona, pero ahora quieres asegurarte de que no te vendan humo. Aquí es donde debes hacerte 5 preguntas clave:
-
¿Para qué la necesito?
¿Cubrir un coche? ¿Una terraza? ¿Proteger herramientas? Cada uso tiene sus requisitos. -
¿Qué tamaño necesito?
Mide el área a cubrir y añade al menos 30-50 cm más por cada lado. -
¿Qué condiciones soportará?
¿Será solo por la noche? ¿Días enteros al sol? ¿Fuertes vientos? Esto determina el material y gramaje. -
¿Qué sistema de sujeción usaré?
Ojales resistentes + cuerda o tensores elásticos = instalación segura. -
¿La quiero plegable, enrollable, fija…?
Piensa en la comodidad de uso. Una lona que se monte fácil, se guarda rápido y no se deteriora.
Fase 5: Estoy listo para comprar, pero necesito confianza en el proveedor
“No quiero perder dinero ni recibir algo de mala calidad”
Sabes lo que necesitas, y ahora buscas un proveedor de confianza. Aquí es donde Lonas a Medida entra en juego:
-
✅ Fabricación propia: tú eliges el tamaño, nosotros lo hacemos.
-
✅ Asesoramiento personalizado: no vendemos, te guiamos.
-
✅ Calidad industrial a buen precio: te ayudamos a invertir bien.
-
✅ Durabilidad comprobada: nuestros clientes repiten, y eso lo dice todo.
📩 Contáctanos hoy mismo y recibe un presupuesto sin compromiso. Cuéntanos tu caso y te orientamos con total transparencia.
Cómo alargar la vida de tu lona (y ahorrar a largo plazo)
-
Guárdala seca y limpia, enrollada, lejos del sol y la humedad.
-
Evita que se formen charcos sobre ella, pues eso acorta su vida útil.
-
No la dobles con arrugas permanentes, mejor enrollar.
-
Revisa los ojales y bordes después de usarla. Un pequeño corte puede empeorar si no se repara.
Las lonas no son solo para “cuando llueve”. Son una inversión para cuidar lo que te ha costado conseguir:
Tu coche. Tus herramientas. Tu jardín. Tu paz mental.
“Y recuerda: lo que hoy proteges con una lona, mañana no tendrás que reemplazarlo.
¿Y si ya estás protegiendo el exterior… qué hay del interior?
Si tienes piscina o vives en un lugar con cambios de clima, hay otra protección que quizá no habías considerado: las cubiertas para piscina.
¿Sabías que además de evitar accidentes, ayudan a mantener la temperatura y reducen el gasto en limpieza y productos químicos?
👉 Te recomiendo leer este artículo complementario:
¿Merece la pena usar cubiertas para piscinas en tu hogar?
Porque proteger el exterior es solo el primer paso. La tranquilidad total empieza cuando todo tu entorno está cubierto… ¡literalmente!